Con la llegada del buen tiempo, la cocina se convierte en el corazón del hogar. Ya sea para preparar comidas ligeras, disfrutar de cenas al aire libre o simplemente pasar más tiempo en familia, adaptar tu cocina al verano puede marcar una gran diferencia. Aquí te damos algunas claves para conseguirlo.
1. Colores que refrescan
Elige tonos claros y naturales como el blanco, arena, verde oliva o azul marino. Estos colores no solo reflejan mejor la luz, sino que también transmiten frescura y amplitud.
2. Materiales para combatir el calor
Las superficies como el mármol, el cuarzo blanco o los laminados efecto piedra ayudan a mantener la sensación de frescura. Son fáciles de limpiar y muy resistentes.
3. Electrodomésticos que no calientan
Apuesta por hornos compactos o de convección y placas de inducción, que emiten menos calor. Los frigoríficos de bajo consumo con funciones de congelado rápido también son ideales para conservar bebidas y frutas a la temperatura perfecta.
4. Ventilación natural
Si tienes una ventana en la cocina, poténciala. Añade estores translúcidos o persianas venecianas de madera clara. Si no cuentas con buena ventilación natural, opta por campanas de extracción silenciosas y eficaces.
5. Cocina indoor/outdoor
Las cocinas con isla abierta o barra hacia la terraza permiten integrar el interior con el exterior. Añade muebles auxiliares o carros de cocina con ruedas para trasladar cómodamente la comida a tu patio o balcón.
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